Ofrenda Floral 2022
El miércoles 18 de mayo recordamos a María con amor. Tuvimos un detalle con ella ofreciéndole nuestro regalo, nuestras flores: con alegría, ilusión y esperanza, sabiendo que ella nos acoge tal y como somos cada uno. Y no solo nos acoge, también nos quiere.
El pasado 25 de marzo celebramos la Anunciación, el momento en el que María recibe con gozo el anuncio de que será la madre de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre.
Pero María es también nuestra madre, no porque lo digamos nosotros, sino porque nos lo ha dicho Jesús. Él, a punto de morir en la cruz, le dijo a Juan: “Ahí tienes a tu madre”. Y en Juan estábamos representados todos nosotros. Desde ese momento, Juan la recibió en su casa y cada uno de nosotros tenemos alguien a quién acudir.
A lo largo de estos siglos, siempre se ha acudido a María para pedir ayuda, como se acude a una madre. María es Madre, y una madre sabe que cuando el niño acude a ella, a menudo, es para pedir. Pero eso no parece que le desagrade: le permite dar rienda suelta a su gran corazón de madre. Ella siempre está pendiente, siempre está cercana a nosotros.
A María tampoco debió extrañarle que acudiéramos a ella para pedirle aquello que cada uno de los que compartimos y celebramos la Ofrenda Floral necesitamos. María, como Madre buena, ha querido estar siempre con nosotros. Nos acompaña en nuestras dificultades y también en nuestras alegrías.
Ella, que ofreció su vida para cuidar a Jesús, también vela por nosotros, nos mira y nos escucha con ternura. Por eso hemos querido hacerle este regalo como muestra de amor sincero.
¡GRACIAS MARÍA!