Convivencia
Uno de los retos más importantes con los que se enfrenta una sociedad es el de capacitar a sus ciudadanos para el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, así como para la prevención de conflictos y su resolución pacífica. Este reto se vuelve más importante cuando nos encontramos en una sociedad cambiante y cada vez más globalizada.
Educar para la convivencia constituye un objetivo fundamental y uno de los principios esenciales en cada una de las etapas que componen nuestra comunidad educativa.
La educación debe promover las actitudes interculturales, los valores democráticos y el respeto de los derechos fundamentales y del medio ambiente, así como la lucha contra toda forma de discriminación, y dotar por ello a todos los alumnos de las herramientas necesarias para interactuar positivamente con otros alumnos.
Aunque nuestro colegio puede presumir de tener pocos conflictos, creemos necesaria la utilización de ciertas herramientas con el fin de fomentar un buen clima de convivencia dentro del centro escolar, la concreción de los derechos y deberes del alumnado y las medidas correctoras aplicables en caso de su incumplimiento, con arreglo a la normativa vigente DECRETO 32/2019, de 9 de abril, para la resolución pacífica de conflictos, con especial atención a las actuaciones de prevención de la violencia de género, la igualdad y la no discriminación.
Para ello contamos con cuatro herramientas fundamentales:
- Tutorías específicas para la prevención, recogidas dentro del Plan de Acción Tutorial.
- Mediación escolar para la resolución pacífica de conflictos.
- Semáforo de la convivencia para recompensar a las clases con mejor comportamiento.
- Reglamento de Régimen Interior para salvaguardar los derechos y deberes de cada estamento de la comunidad educativa, tipificar la faltas de convivencia e imponer las correcciones correspondientes.